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Mostrando entradas de marzo, 2012

ILLUMINATAS

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 NO ESTAMOS SOLAS (Texto para la serie Illuminatas) Del otro lado del espejo está tu nombre, al final del camino, más allá de nuestras miradas que se cruzan.  No espero el día o la noche como esperan ellas encontrar alguna huella de signos claros y precisos. Todas las habitaciones  tienen luz propia y manteles largos que he bordado para cubrir tu cuerpo. Nos hemos dado cita aquí, para mirarte de frente y que contemples nuestro horizonte impenetrable: ¿quién cruzará primero esta frontera oscura? Del otro lado del espejo están tus ojos. Tomadas de la mano intentamos alcanzarlos sin mirar hacia el abismo como la última vez y nadie escucha. Sólo vuelo de pájaros nocturnos como perlas. Una sombra que huye de  mi cuerpo, una mirada frágil cruza pasillos infinitos, huye hacia la luz. Del otro lado del espejo están tus manos, tu rostro, tus sueños. E irán apareciendo al incendiarse. Gustavo Monroy. De la serie ILLUMINATAS en galería Drexel a partir de

"La serie de Greta"

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       ESCALERA DE SIETE PELDAÑOS PARA BAJAR DEL CIELO                                                                                                                                                Ernesto Lumbreras 1 Desde los lienzos de Ana Fuentes somos vistos, interrogados y, a veces, humillados. Bajo una ilusión óptica las niñas de sus cuadros son realmente los espectadores que observan, sin concesión alguna, nuestras miserias y alegrías. Desde su aparente inmovilidad, como clavos al rojo blanco, sus ojos penetran en nuestros sentimientos más entrañables. Cuando la noche llega, ellas se marchan, nos dan la espalda, dejándonos en la realidad de un mundo tan vulgar y monótono que a todos se nos antoja acariciar el cuello de un murciélago. 2 Las muchachas, especialmente dormidas, propiciaron en Balthus no sólo el oscuro objeto del deseo de un fetichista común; quiero imaginar que su ojo concupiscente aspiraba a una categoría

ILLUMINATAS

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Ana Fuentes. Una visión conciliadora. Por: Claudia Hdez de Valle-Arizpe En su libro de memorias, Balthus escribió: “Dejen a los otros la preocupación de interpretar, la búsqueda de comprender, de analizar todo lo que quieran. El pintor no sabe nada de todo eso. Él pinta, y ya; no intenta traducir”. Categórico como solía serlo, a Balthus lo relaciono con el arte de Ana Fuentes y, pudiendo o no estar de acuerdo con él, su sentencia me lleva a la reflexión de que en efecto es a nosotros, a los espectadores de las obras creadas por un artista, a quienes toca ‒y qué bueno‒ ser subjetivos. Así, diría que en la obra más reciente de Ana, el tiempo se fija en un instante que, sin embargo, no cesa de fluir. Menos delirantes que sus cuadros anteriores, en éstos domina una brillantez suspendida en la que nuestra mirada se posa en lo posible, es decir, sobre lo desconocido. Las niñas caminan y vemos de dónde vienen pero no hacia dónde van, o al revés: no sabemos de dónde salen pero las

ILLUMINATAS

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"Tea time" Oleo sobre tela 120 x 100 cms. "Illuminata" Oleo sobre tela 120 x 100 cms.